El ganador fue la obra que lleva el título, «Cansancio de materia» escrita por Julen A. Carreño Aguado, alicantino de nacimiento y licenciado en derecho y humanidades, que actualmente ejerce como profesor en Sevilla.

Por su currículum cuenta con varios premios en certámenes similares y a juicio del jurado, esta obra se trata de un poemario que no tiene una fácil lectura ni es de rápida digestión, pero además de arduo es un poemario trabajado, profundo e intenso. Unos poemas cuidados, cultos y afinados donde nada sobra, donde cada metáfora ocupa su justo lugar. El autor va desarrollando una poesía en continua dialéctica sobre el paso del tiempo, sobre la fatiga de los materiales que nos conforman y constituyen ”cansancio de materia”, que así se denomina en física y a fin de cuentas, sobre lo que somos, sobre las preguntas esenciales que nos nombran. El ritmo y la medida de los textos se ajustan perfectamente al meditativo, filosófico y, en algunos momentos, irónico. Y no por ser un libro reflexivo deja de tener el calor de la buena poesía, el toque de un lenguaje original, contenido. Un libro, en resumen, merecedor de nuestra atención para verlo con tranquilidad, para admirarnos de la maestría el autor y para hacer nuestros los poemas.